martes, 20 de octubre de 2020

DOS

 ¿Qué supone más?:

¿Dos minutos?, ¿dos horas?, ¿dos días?, ¿dos meses? O ¿dos años? La respuesta es sencilla, pero en mi mente no lo parece tanto y todo depende de lo que pase en ese espacio de tiempo.

Un suceso o momento feliz es algo que parece durar un suspiro, mientras que algo tan rutinario como el trabajo puede hacer que las 8 horas de jornada parezcan interminables y sin embargo, un fin de semana se pase tan rápido que parezca una estrella fugaz.

Así pues 2 años me están pareciendo una eternidad y al mismo tiempo, que estuvieran a la vuelta de la esquina.

Hace dos años que ya no estás y se me hace eterno, lejano, y en realidad no hace nada. Dos años que como he escrito alguna vez has estado más presente en mí que incluso estando vivo, es curioso, ¿no? Dos años en los que me pareciera empezar a conocerte más que nunca, pero al mismo tiempo, dos años en los que todo lo que empiezo a conocer de ti hacen que de la misma manera no te pueda preguntar.

Dos años en los que Paula pareciera haber crecido 4, aunque créeme, te pondría de los nervios, porque tiene una ¡mala leche! Increíble.

Dos años en los que creo estoy creciendo a nivel personal y en los que me apena ¡tanto! que no lo hayas podido ver. Que te fueras cuando peor estaba. Que no pudiera hacer nada para remediarlo. 

No son pocas las veces que pienso con qué sensación te irías al verme así.

También han sido dos años fugaces, en los que he aprendido como la vida de repente te da una torta de la que te medio recuperas (como me ha pasado) o en la que decide que se acabó tu tiempo.

Dos años en los que hago balance de lo que quería hacer y de lo que he conseguido, de cómo no he aprovechado el tiempo, o de cómo los días se me hacen cortos, quizás pensando en, ¿cuando la vida dejara de seguir latiendo en mí?, porque no vamos a estar indefinidamente aquí, de hecho, puede que estemos poco o mucho, no lo vamos a saber.

A veces me siento culpable de no aprovecharla, por todos los que no han tenido oportunidad de ello, incluso por gente que no conozco de nada.

Por otro lado he aprendido a no agobiarme con ello (a ratos), a disfrutar los pequeños momentos que tengo, el salir a pasear los tres, el ir a regar nuestros arbolillos, o hacer Puzzle con mi peque Giulia, o incluso irnos a tirar fotografías. A sumar momentos que no sé si se quedarán en su retina, pero en la mía sí.

27 me quedan para llegar a tu edad. Espero copar de buenos momentos cada año y si puede ser, centrarme y hacerme algo más de valer.

Espero ir al Pino a verte, estaría muy bien ir en esta época. Hace ese tiempo que me encanta, ese en el que se eriza el vello al pasar la brisa de aire por la piel, a ver cómo están los pinos que plantamos y a respirar algo de aire de esas peñas, que tras tu muerte sé que tanto te gustaba subir a ellas a respirar ( a saber lo que pensarías pero calma seguro que te daban).


Un beso muy grande, de esos que nos dábamos 3 veces al año.