¿Qué supone más?:
¿Dos minutos?, ¿dos horas?, ¿dos días?, ¿dos
meses? O ¿dos años? La respuesta es sencilla, pero en mi mente no lo parece
tanto y todo depende de lo que pase en ese espacio de tiempo.
Un suceso o momento feliz es algo que parece
durar un suspiro, mientras que algo tan rutinario como el trabajo puede hacer
que las 8 horas de jornada parezcan interminables y sin embargo, un fin de
semana se pase tan rápido que parezca una estrella fugaz.
Así pues 2 años me están pareciendo una
eternidad y al mismo tiempo, que estuvieran a la vuelta de la esquina.
Hace dos años que ya no estás y se me hace eterno,
lejano, y en realidad no hace nada. Dos años que como he escrito alguna vez has
estado más presente en mí que incluso estando vivo, es curioso, ¿no? Dos años
en los que me pareciera empezar a conocerte más que nunca, pero al mismo
tiempo, dos años en los que todo lo que empiezo a conocer de ti hacen que de
la misma manera no te pueda preguntar.
Dos años en los que Paula pareciera haber
crecido 4, aunque créeme, te pondría de los nervios, porque tiene una ¡mala
leche! Increíble.
Dos años en los que creo estoy creciendo a nivel personal y en los que me apena ¡tanto! que no lo hayas podido ver. Que te fueras cuando peor estaba. Que no pudiera hacer nada para remediarlo.
No son
pocas las veces que pienso con qué sensación te irías al verme así.
También han sido dos años fugaces, en
los que he aprendido como la vida de repente te da una torta de la que te medio
recuperas (como me ha pasado) o en la que decide que se acabó tu tiempo.
Dos años en los que hago balance de lo que
quería hacer y de lo que he conseguido, de cómo no he aprovechado el tiempo, o
de cómo los días se me hacen cortos, quizás pensando en, ¿cuando la vida dejara
de seguir latiendo en mí?, porque no vamos a estar indefinidamente aquí, de
hecho, puede que estemos poco o mucho, no lo vamos a saber.
A veces me siento culpable de no aprovecharla, por todos los que no han tenido oportunidad de ello, incluso por gente que no
conozco de nada.
Por otro lado he aprendido a no agobiarme con
ello (a ratos), a disfrutar los pequeños momentos que tengo, el salir a pasear los
tres, el ir a regar nuestros arbolillos, o hacer Puzzle con mi peque Giulia, o incluso
irnos a tirar fotografías. A sumar momentos que no sé si se quedarán en su
retina, pero en la mía sí.
27 me quedan para llegar a tu edad. Espero
copar de buenos momentos cada año y si puede ser, centrarme y hacerme algo más
de valer.
Espero ir al Pino a verte, estaría muy bien
ir en esta época. Hace ese tiempo que me encanta, ese en el que se eriza el
vello al pasar la brisa de aire por la piel, a ver cómo están los pinos que
plantamos y a respirar algo de aire de esas peñas, que tras tu muerte sé que
tanto te gustaba subir a ellas a respirar ( a saber lo que pensarías pero calma
seguro que te daban).
Un beso muy grande, de esos que nos dábamos 3
veces al año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario