domingo, 20 de octubre de 2019

¡Un año sin ti!

      Un año ha pasado de la foto de esta rosa (ahora en mi jardín), al pequeño tiesto que te llevé al hospital. Quería hacer algo más alegre la estancia, y eso que en tu habitación el ventanal daba a uno de los jardines interiores, en los cuales los árboles ya empezaban a tener anaranjadas sus hojas.

Me acuerdo que ese día lucía el sol, era bonito el contraste del cielo azul con esos tonos verdes y anaranjados y me pareció bien añadir el amarillo de un pequeño rosal que vi. Aún estabas consciente, aunque ya te estaban metiendo bien de morfina, pero se podía hablar contigo. 

Quien me diría a mi que después ese rosal iría a paliativos y de ahí ya no saldrías, aunque lo único que tenías ganas era intentar ir a casa.

A casa se fue el rosal, a la terraza de la cocina, y yo cogí una rama para sacar esqueje y plantarlo en el jardín. La verdad que me alegró ver que agarraba y se adaptaba bien, y cada vez que salgo es algo más que me recuerda a ti. Además, en la cocina de casa aún aguanta bien el tiesto, así también tiene mamá algo ahí (distinto a todo lo que le rodea) que te recuerde. 

Pero bueno, cuando las personas faltan es cuando más presentes están, y este año ha sido en sueños y en muchos momentos. Sueños idealizados en el que estábamos en el presente, y tu estabas ahí. Este año fugaz ahora que estoy echando la cuenta, y que como siempre, poco aprovechado, pero bueno, al final el que puedas contar el paso del tiempo es que estás aquí, porque tú ya no puedes contarlo.

 La verdad que ahora a veces me pongo algo tuyo que me gusta obviamente, y que además me recuerda a ti claro, la última vez este lunes, tenía entrevista de trabajo, yo acojonado, muy acojonado y allí fui, con tu reloj, tus gemelos e incluso tu pisa-corbata. Con ello iba algo más confiado, pensando que eso mismo me daría fuerza. 

No sé si estarías por ahí dándome ánimos pero la cosa no acabó muy mal y el miércoles segunda entrevista, y allí iba de nuevo con todo un arsenal de Jacinto puesto.... y parece ser que ha surtido efecto (o me gustaría pensar que así ha sido) pues vuelvo a estar en el mercado laboral :-).

Y me siento feliz, y seguro que tu también de que de nuevo pueda probar que valgo, pero justo ha coincidido con una fecha que me recuerda de manera especial que ya no estás aquí.

Aún así me quedo con el pensamiento de que estarías contento, a parte de que también con ello esté más tranquilo por Valle y Paula. Eso si, ésta última va a su bola, en su mundo (como debe ser), así pues he pasado de ser amo de casa (lo que le dice a su profe) a Alcalde, como me dijo el lunes al salir de clase... que por qué iba vestido de Alcalde.

Así pues es lo más destacable que te cuento, y comparto, pues se siente uno a gusto compartiendo sentimientos, aunque me enrolle mucho. Y bueno, espero sigas floreciendo en mi jardín, que también tengo un bulbo de jacinto que se le antojó a paula porque decía que quería una flor de su abuelo.

Y para terminar el rosal que tenías en la habitación y la Rosa que te llevó la tía Gloria


Espero poder ir pronto al pueblo y ver cómo van los pinos que plantamos donde soltamos las cenizas, sentarme un poco en las peñas y respirar profundamente mientras la brisa me acaricia.



1 comentario:

  1. Preciosas palabras,Juanma.Segurísimo que él iba contigo los días de tu entrevista.No están físicamente pero creo cada vez más que no se van del todo, sobre todo porque dentro de nosotros, hay trocitos de cada uno de los que se marcharon.Y tu hermano,su nieta y tú lleváis un trozo muy grande de tu padre.Él está orgulloso de todos vosotros.Seguro.

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