viernes, 15 de noviembre de 2019

LA IMPORTANCIA DE SUMAR

Ya llevo unos cuantos días dándole vueltas a este tema, y cuando le doy vueltas a algo tengo que plasmarlo de alguna manera, o bien a mano, o bien aquí en el PC, o en la máquina de escribir, opción ésta última que me gusta más. 

Ese traqueteo me encanta, me relaja, y cuando termino ya la redacción disfruto notando a lo largo de una y otra frase los relieves provocados por el martilleo al escribir cada letra.

Lo malo es que imagino que no soy el único que le vienen las ideas cuando está en la cama intentando dormirse, y no, no se me van al día siguiente, pero sólo me quedan pequeñas pinceladas en mi mente sobre el tema que estaba pensando.

Y es que le doy vueltas a lo importante que es cumplir años, por mucho que le disguste a algunos, y lo importante de celebrarlo. Hay que celebrar la vida, sí, la vida y que sumamos un año más.

Esto dicho de mi parte queda algo extraño, pues aun de vez en cuando la mente me juega malas pasadas y pienso de nuevo en no estar aquí, o en no tener motivaciones. Es algo que sólo quien pasa por ello puede comprenderlo, de poco sirve el que tengas cosas materiales, incluso que tengas dinero en la vida. 

No sería el primer ni último famoso adinerado que o se ha suicidado o pensado en el suicidio. Incluso la razón más fuerte que es la familia puede pasar desapercibida... podría compararlo a lo mal que lo pasa alguien que está con el mono e intentando dejar una adicción. No he pasado por eso, pero esto es luchar contra tu mente, contra algo que te intenta empujar a decir adiós.

Así pues, salvo momentos puntuales, pienso más que nunca en que hay que celebrar el que seguimos aquí, y no son los que están aquí (que si son parte) la principal fuente de apoyo en seguir, si no los que están, pero pasando un mal momento, y los que ya no están, sobre todo los que no están por causas, digamos, no deseadas.

Y es que hay maneras y maneras de morir. Todos morimos porque se nos para el corazón, pero no es lo mismo que uno de mis abuelos que murió con 87 años mientras dormía, relajado, sin cara de dolor, tan sólo se le paró el corazón tras una larga y feliz vida mientras dormía.

Estaba ese corazón ya cansado, y dejó de latir poco a poco. Me sentí triste, pero tranquilo sabiendo que había tenido una vida larga y plena.

Muy diferente es esa a una muerte lenta, mucho más si eres joven, y claro, me refiero a mi padre, que murió a pocos meses de cumplir 67, y esa edad hoy no se considera (o debería considerar) una cifra muy alta. También mi otro abuelo, con una edad similar y con una larga y muy mala enfermedad pulmonar. O mi otra abuela, que si, se acercaba poco a poco más a los 90 que 80, pero se encontró con un Cáncer ya en sus 80, y con fuerza para luchar contra él, y al final un Alzheimer que se la llevó...

Aún así mi padre, a mi parecer, no se quedó por cumplir objetivos en la vida, era un hombre tranquilo, aunque no quita que se quisiera morir, en ningún momento lo pensó. 

Pero no sólo ha sido mi padre, si no gente cercana, incluso los que están aquí, a los que ves cómo de repente se les complica la vida, porque nuestra sociedad está muy avanzada eso si, pero las enfermedades también se adaptan a los fármacos y ovbiamente avanzan. De hecho será mi siguiente tema... ese me pone de mala leche.

Así pues, nosotros que estamos aquí creo que deberíamos celebrar justamente eso, que estamos aquí, por respeto a los que no tuvieron elección. Así de palabra, pues no creo que cause mucho efecto, es como esos momentos en los que me decían: "la gente muriendo en el mundo porque no tiene ni para comer y aferrándose a la vida y tu...." y tienen toda la razón, pero la palabra hace menos de lo que debería creo yo. 

Cuando sufres una situación traumática de alguien cercano o familiar, es ahí, justo en ese cierto momento de la vida cuando se te queda un marcador de por vida en tu mente.... un marcador que te da fuerza a seguir adelante, y que te quita cualquier tentación de que la vida no tiene aliciente. 

Tampoco digo que la vida sea maravillosa, pero por alguna puñetera razón, no nos damos cuenta de lo que nos falta hasta que inevitablemente vemos que vamos a perder el momento de poder conseguir nuestras metas.

Así pues mis consejos (no soy quien para darlos, pero lo hago de buena fe y corazón):

- Márcate metas, pero no te marques un plazo, pues no sabemos el tiempo que vamos a estar aquí, simplemente márcate la meta, y si algún día la consigues, pues sentirás una satisfacción inmensa, y si no la consigues, pues al menos lo habrás intentado.

- Vive el momento: es consecuencia de la anterior. Si un día ibas a ir a correr, pero te apetece cine, pues ve al cine. Si eso te da la felicidad en ese momento, hazlo, pues el vivir constantemente pensando en nuestros objetivos, "en nuestras metas", en "no he hecho nada", "no lo he conseguido"... eso sólo nos puede crear ansiedad y desembocar en una depresión y por depresión no me refiero a "estar triste", es algo más grave y difícil de salir.

- Cree en ti mismo (esto me lo tengo que aplicar), sé que es difícil, y que es luchar con tu propia personalidad, el tener poca autoestima es algo que tristemente es muy común. 
Lo bueno de luchar contra la baja autoestima hace que si das el paso, sientas una satisfacción plena cuando te enfrentas a tus miedos, incluso cuando el resultado no sea el que esperabas. No obstante tampoco se trata de que de repente te creas "el puto amo" y perdón por la expresión, porque también es bueno hacerse un poco de autocrítica.

- Y por último. Ya no voy a decir sólo "la familia", las personas, las personas son importantes, ten cerca a la gente que sume, y bueno, también es importante la gente que no suma, incluso "que resta" pues tenemos que tener una perspectiva completa de la vida. 

Aprovecha el tiempo, porque ese si que es limitado, y la gente con mucho dinero es tiempo lo que tiende a comprar. Pero quiero ir a que aproveches el tiempo con la familia, amigos, con las personas que suman, con gente que pasa momentos difíciles, que tiene una enfermedad, pues uno puede estar bien, y mañana no estar aquí. O tener una enfermedad con un riesgo inminente.... no se trata de pasar el día pensando en que puede que no esté aquí en poco tiempo, se trata de pasar más momentos y de disfrutarlos
Si sale de ese riesgo no habrás perdido nada, no habrás desperdiciado el tiempo, pues esos momentos de más que estás con esa/s persona/s "suman". Y en el caso que se produzca un fatal desenlace, pues más aun te sentirás aliviado, pleno y sereno de haber estado ahí, como me pasó con mi padre. 


Así que todos a sumar años.... experiencias.... momentos.... vivencias.... sean buenas o malas, porque como bien se suele decir,  la vida es eso que pasa mientras no nos damos cuenta.

Besos y abrazos a todos.

Pd: muchos leerán esto y  me dirán que me aplique el cuento, pues llevo años sin verlos... cada año me comprometo a quedar más y pasa el tiempo y no lo hago. Otros porque no están cerca, pero dar por seguro, y eso si que no es pavoneo mío, que todos y cada uno os pasáis por mi mente en algún momento del año y es en esos momentos cuando se proyectan en mi mente las experiencias vividas con cada uno.

Pd 2: La foto de la portada, no he dicho nada de la foto de la portada.... mi abuela, 90 años, ella si que ha vivido (literalmente... pues 90 años no se cumplen todos los días), y ve la vida pasar.... hablo con ella, ya está cansada, física y mentalmente, pero tiene una salud de hierro. 

A veces soy egoísta y le digo, pero abuela, si usted llega a los 100, o tiene que ver a Paula casarse... ¡claro! quiero que le cuente... que le cuente mucho, pues es historia viva, historia de una persona humilde, de cómo era la vida... vida que hoy en día muchos jóvenes envidianos... jornadas muy duras en el campo, y el resto en familia, paseando por el campo, respirando aire fresco y limpio y en verano saliendo todos los vecinos a socializar en los "polletes" de las casas, o jugando la partida mientras charlan.....¿os da algo de envidia?

Pero mi abuela ha cumplido con creces sus objetivos, tener hijos, nietos, bisnietos... todos criados y prosperando. Una vida plena con su marido que la dejó cuando tenía 82... y que a esas edades hacen que la vida no sea lo mismo. Así pues cuando llegue su momento estaré feliz de haber podido compartir todo el tiempo con ella... en este caso muchísimo, con otras personas menos, pero intentar siempre no arrepentiros de no haber pasado más tiempo, sino simplemente agradecer el que hayáis tenido.


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